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Capítulo 1
La dura y fría carta
había estado en mis manos desde que había llegado, un día atrás. El sobre, de
un amarillo pálido, no dejaba de observarme con odio y suficiencia, como si
supiera que no lo quería abrir y volver a leer lo que decía. Me negaba a ver
ese asqueroso futuro oscuro que me esperaba.
Mamá ya había pasado
por esto, y había tenido que pagar un terrible precio por ello. Si estuviese
aquí, conmigo, intentaría evitarlo a toda costa.
Sin embargo, estaba en
mi sangre. No podía escapar ni elegir. Simplemente era así, un hecho imposible
de ocultar. Siempre pensé que estaría preparada para afrontar todo lo que se
avecinaba sobre mí, pero ahora, con esta horrible carta en mi poder, no estaba
del todo segura.
Mi prima mayor, June,
había ingresado a la Instituto de Preparación hacía un año, luego de haber pasado con mérito
la prueba. De hecho, toda mi familia lo había hecho, y aquí estaba yo, para
arruinarlo todo. En fin, el caso es que yo solía recibir cartas suyas
diariamente durante su primera semana allí, pero pronto las cartas comenzaron a
faltar, hasta abandonarme completamente. Aún guardaba las siete cartas de la
primera semana de June, todas cuidadosamente metidas en una lata, debajo de mi
cama.
La primera, metida en
un precioso sobre hecho por la misma June, me daba tan mala espina que solía
evitarla:
“Querida Megary:
El instituto es hermoso por dentro.
Tiene diseños antiguos, enormes cuadros y esculturas, ¡parece un castillo!;
estoy segura de que te encantaría estar aquí. Hoy hemos llegado en el tren y
nos han dado una charla de bienvenida. ¿Sabes que está prohibido comer
chocolate aquí? Al parecer trae problemas para leer la mente y todo eso. Creo
que será una tortura para mí.
Nunca había visto una directora
tan espantosa como esta. Es decir, ¡es horrible! No ha dejado de gritarle a
todo el mundo desde que llegamos. Aunque los profesores parecen buenos en su
mayoría… ¡A que no sabes! Aprenderé a meterme dentro de la mente de la gente.
Siempre quise hacerlo, pero mamá aseguraba que era peligroso. ¡Ahora no va a
poder detenerme!
También aprenderé esgrima,
combate cuerpo a cuerpo y envenenamiento (suena horripilante, lo sé). Dos años
más y comenzaremos a usar todo lo aprendido. Ya me entiendes, iremos en
cubierto por las calles siguiendo a cualquiera que nos sea asignado. ¡Estoy
tan ansiosa!
Tengo dos compañeras de habitación. Son…
¿interesantes? Una de ellas, Cassidy, ha estado mirando por la ventana y sonriendo
desde que llegó, algo que está empezando a asustarme.
Me llama el deber, ¡tengo que
irme!
Te extraño mucho y espero una
respuesta pronto.
Con mucho amor,
June.”
Esgrima, leer la
mente, combate cuerpo a cuerpo, ¡¿envenenamiento?! Y… ¡¿sin chocolate?! Nunca
había logrado hacerme una clara idea de cómo sería el Instituto. Parecía más
bien un lugar de adiestramiento para un ejército.
Pero es mi deber. Tal como el de los panaderos
es hacer pan, el de los abnegados es entrenarse para proteger a todo aquel de
puesto importante o poderoso, o simplemente a alguien totalmente indefenso.
Evitar que otros se entrometan en su camino.
Ahora que la carta
estaba frente a mí, todo comenzaba a cobrar forma y el coraje disminuía a
medida que la miraba más y más. Hasta que una mano regordeta me la arrebató de
las manos.
-Deja de torturarte, Megary.-dijo Savannah con
mirada reprobatoria.- Mirando la carta de esa manera no lograrás desintegrarla,
¿sabes? ¿Por qué no empiezas a empacar? No dejes todo para el último día.
Ocultó la cara entre mi cabello oscuro.
-Es mañana por la
noche-me quejé. Estaba totalmente cómoda allí y no me apetecía enfrentarme al
comienzo de lo que me esperaba.
-Precisamente eso
digo.-finalizó la mujer mayor, intentando con gran esfuerzo levantarme de la
mecedora.-Vamos, pequeña. Te ayudo con la ropa.
Antes de salir de la habitación, miré por
encima del hombro y, mirándola con odio, le saqué la lengua a la carta que
yacía en la mecedora. Sola, parecía un trozo de papel sin vida. Aunque bien
sabía que era mucho más que eso.
Unos minutos después, mi niñera, entusiasmada,
y yo, de mala gana, metíamos cosas al viejo baúl de mamá. Este era de color
verde bosque y tenía pintado un delicado colibrí azul en una de las esquinas.
-Savannah… ¿crees que haya guerra
pronto?-pregunté sin dejar de tironear de una bufanda. Las guerras en mi ciudad
eran tan comunes como la lluvia.- Tal vez por eso nos enviaron nuestras cartas
antes de lo esperado.
-Pero por favor,
Megary. ¿De dónde sacas tantas estupideces? Es solo una nueva ley.-masculló sin
dejar de doblar ropa.
Parecía ser una mujer
brusca, pero sabía más que nadie que Savannah podía llegar a ser una de las
mejores mujeres en el planeta. Era tan dulce, tan comprensiva y agradable, que
era imposible no quererla. Había llegado a mi vida el mismo día en que nací. Mis
padres la contrataron ya que yo era su primera hija y estaban ocupados la mayor
parte del tiempo. Desde entonces, Savannah cumplió su función de niñera a la
perfección.
Cuando había cumplido doce años, y mamá había muerto,
allí estuvo Savannah para consolarme a mí y a papá. Dos años después, había
vivido suplicándole a su papá para que mi amada niñera continuara trabajando en
la casa, aunque ya tuviera catorce años.
Yo solo necesitaba de esa abuela que nunca
había tenido y de una madre sobreprotectora que no volvería a tener.
-Es extraño que cambie de un día a otro, ¿no
crees?-continué. Enarqué una ceja y miré a Savannah con extrañeza. Necesitaba
arrebatarle algo. - ¿Una invasión? ¿O tal vez un ataque sorpresa de Hillary?
La mujer suspiró con
fuerza, rindiéndose a seguir contestando. Rodó los ojos, de color azul, y dejó
transcurrir el tiempo en silencio. Hasta que lo rompió, con un tono de duda
implantado en la voz.
Me miró con dureza,
algo que nunca había hecho, y tomó mis manos, apretándolas con fuerza.
-No se lo comentes a
su padre, pero es muy probable que algo esté a punto de ocurrir.-susurró con
ojos alarmados.- Mucha gente lo ha comentado. Quieren algo.
Se escucharon truenos
en el exterior.
-¿Qué cosa? ¿Qué es lo
que quieren?
Un relámpago iluminó
la habitación.
Savannah pegó un
saltito y se apresuró a dirigirse a la puerta, dejándome con la duda en los
ojos.
-Iré a preparar una
sopa para tu padre. Llegará en menos de una hora y apuesto a que estará cansado
y hambriento.-se excusó. Cerró la pesada puerta de un golpe, dejándome parada,
sola en el medio de mi habitación.
No era la gran cosa.
Un sencillo cuarto de cuatro paredes celestes, con pequeñas fotografías
esparcidas sin orden alguno y algún que otro cuadro. La cama, de sábanas
azules, se encontraba al lado de un pequeño tocador de madera. Lo gracioso era
que no tenía ni un potecito de maquillaje, solo había varios libros
desparramados y cuadernos abiertos, unos encima de otros.
Detrás de la puerta
había un espejo de cuerpo completo, donde llegué a ver parte de mi reflejo. Parecía
simplemente otra de las tantas chicas destrozadas de la ciudad, aunque había
algo más. ¿La mirada desafiante? ¿Mi actitud agresiva? Era morocha, de cabello
ondulado, ojos café, de mirada curiosa. No tenía figura escultural, ni la
altura de una modelo. Era esa cosa y punto.
¿De verdad me iba a
convertir en una abnegada? Parecía solo una niña. ¿El Instituto me iba a convertir
en una persona más dura y valiente? No creía que eso pudiese ser posible.
Parece que falta por lo menos un siglo para que
algo cambie en mí, pensé
mirándome con una mueca. Tal vez me
concedan la oportunidad de proteger un pajarito. O ni siquiera eso. No sirvo
para esto.
Eso era algo que no
había dejado de repetirme en los últimos días. Inútil, inútil Megary.
Tomé la lata de las
cartas y dejé la tapa sobre la almohada. Busqué una de las primeras cartas de
June y conseguí hacerme con la de su segundo día de estadía allí.
“Megary:
Las clases son A-L-U-S-C-I-N-A-N-T-E-S.
Sí, son durísimas, creo que moriré de tanto
entrenar y me ahogaré en el mar de tarea, pero estoy segura de que comencé
bastante bien. Ay, ¡pero por favor! ¿¡Qué diablos hago contándote esto!? ¡Está
lleno de chicos guapos! Lo admitiré, no hay ni una chica que no ande babeando
por los pasillos. Aunque, a decir verdad, me asombra lo arrogante y fría que es la gente de por aquí… Hasta mis
adorables compañeras de habitación no han dejado de presumir sus talentos secretos
(los cuales yo carezco), y, ¡madre mía! Deberías ver como todos luchan. Es
admirable.
Cassidy, mi querida “amiguita” que comparte
cuarto conmigo, necesita de mi ayuda para su trabajo sobre apariciones.
Debo irme antes de que me tire otro vaso de
agua fría.
¡Te quiero, Megs!
La esplendorosa y magnífica,
June.
P.D.: Siento mucho que la carta sea muy carta.
Hoy me aseguraré de…”
Las últimas palabras
estaban borroneadas con una mancha de algo líquido. Al parecer Cassidy había
tenido muy poca paciencia.
Eso de gente fría y
arrogante me daba tanta mala espina como el “deberías ver como todos luchan”.
Papá me había dado algunas clases de lo más básico de defensa personal, pero
eso era todo lo que sabía. Estaba unos cuantos niveles más abajo que el resto
de los abnegados que darían la prueba de ingreso dentro de casi un día.
¿Y si no…? No, tenía
que sacar esa idea de mi cabeza ya mismo. Siendo hija de mis padres, no podía
desaprobar la prueba de admisión. Era algo inusual, podría decir que un
abnegado entre cincuenta la desaprobaba.
No quiero ser la
excepción. No, no, ¡no quiero!
Otro relámpago.
Meeeeel<3<3 Holi chica que se apoda igual que yo xD Jajaja :3 MUJEEER<3 Te dicen Mel pero tu nombre es Melanie O.O Mi nombre es Melissa, ahí está la diferencia O.o Antes que nada, muchas gracias por tus comentarios*-* Me hace mucha ilusión saber que te gusta cómo escribo y que andas leyendo mi libro x3 Esperemos que siga encantándote y que no termines como -.- Qué aburrido. MUERTE A MELI!! (Lo que está mal. MUY mal. Di no al homicidio(?))
ResponderBorrarLueeego, me dio curiosidad y leí el cap xD JAJA Te ando stalkeando(?) La verdad me gustó MUCHO O.O Enganchas y tu ortografía es muy buena (GRACIAS BOB ESPONJA!! AL FIN SE PREOCUPAN xD). Me gusta tu forma de escribir, es amena, ligera, con diálogos con movimientos intercalados *-* (ya sabes, que explicas lo que hace el personaje mientras habla. AMO eso xD Lo hago mucho en mi otro blog, el de mi otra historia). ¿Cuántos caps llevas escritos? ¿Has pensado enviarlo a una Editorial online? Tienes talento. Te leería en un dos por tres x3
Eeeeen fin. Debo irme, estoy por el cel y debo dormir ya x3
Teeeeeeeeeeeeee mando besos y apapachos GIGANTES<3
Mel(:
WIIIIIIII!!! Mi primer comentario (estoy saltando de alegría y sonriendo como una tonta)!!! Gracias por stalkearme♥ Jajaja
BorrarJusto entraba a leer tu historia y digo, ah, ¿por qué no? Tal vez alguien comento mi blog. ¡Y me encuentro con esto! :D
Me alegro que te guste *-* Gracias por comentar! Por ahora llevo 5 capítulos escritos, hasta el tercero revisado y corregido. En un rato subo el segundo :)
Gracias por el comentario Mel♥♥